De nuevo usamos un maravilloso día para disfrutar de la naturaleza como de amigos. Nuestro punto de encuentro es en la Venta el Franazo, a 20 minutos del sendero. Una jornada maravillosa. Disfrutamos de ese parque maravilloso de los Alcornocales en un entorno de viejos quejigos repletos de enredaderas, helechos y hasta algun que otro cerbatillo.
Este itinerario es uno de los más bellos y mejor conservados que podemos realizar en esta zona. Un gran bosque de quejigos centenarios nos da la bienvenida para más tarde mezclarse con alcornoques y alisos. Para llegar a esta zona acedemos a la A-381 en dirección Jerez o bien la vía de servicio y a la altura del puente hierro, nos desviamos a la izquierda, para coger la carretera que nos lleva hasta Facinas.
El punto de inicio de este sendero, se encuentra a unos 7,5kms del comienzo, aproximadamente medio km pasado el Cortijo San Carlos del Tiradero(en ruinas), en una cancela a la derecha comienza la pista forestal.La subida al canuto del Risco Blanco se realiza por un carril de tierra, rodeado por una increíble belleza y frescura, que nos transportará a otras épocas, cuando no existía contaminación alguna y el hombre vivía de la naturaleza.
Los magníficos quejigales, están rodeados de grandes helechos y enredaderas que han extendido su dominio por los troncos de estos viejos árboles.
Los magníficos quejigales, están rodeados de grandes helechos y enredaderas que han extendido su dominio por los troncos de estos viejos árboles.
Al final de una pronunciada bajada nos encontramos a la izquierda con el canuto del “ Arroyo del Cabrillo” el cual nace cerca de la Cruz de Romero en plena Sierra del Niño, desembocando más abajo en el arroyo de El Tiradero. Durante nuestra marcha por el arroyo observaremos multitud de ojaranzos y alisos, algunos de considerables dimensiones.
Después de ver el canuto del arroyo en su parte alta, descendemos y tras cruzar de nuevo el carril, nos desviamos a nuestra derecha siguiendo el curso del arroyo, seguiremos hacia abajo pasando junto a un gran árbol caído que nos permite cruzar a otro arroyo que se une al anterior. Pocos metros más abajo nos encontramos un esbelto prado, donde se divisa el carril, desde el cual hemos iniciado la marcha.
Después de ver el canuto del arroyo en su parte alta, descendemos y tras cruzar de nuevo el carril, nos desviamos a nuestra derecha siguiendo el curso del arroyo, seguiremos hacia abajo pasando junto a un gran árbol caído que nos permite cruzar a otro arroyo que se une al anterior. Pocos metros más abajo nos encontramos un esbelto prado, donde se divisa el carril, desde el cual hemos iniciado la marcha.